Quisiera decir que siempre supe el significado de mausoleo, pero fue una de las nuevas palabras que aprendí gracias al viaje: que si el mausoleo de Lenin en la Plaza Roja, el de Mao Tse Tung en China, el de Ho Chi Min en Hanoi, que los soldados de terracota realmente eran parte de la tumba del emperador chino Qin Shi Huangdi, que el Taj Mahal es una edificación que pidió el emperador mogol, Shan Jahan, para honrar a su difunta esposa…
Me sorprendió muchísimo que en la ciudad imperial de Hué, Vietnam, leí que el emperador Khai Dinh Hue solía visitar diariamente la construcción de su mausoleo, en pocas palabras, a diario iba a visitar la que sería ¡su tumba!

Al ver aquellas monstruosidades y conforme pasaron los meses en nuestro viaje, fui entendiendo mejor aquél concepto: hace unos cuantos siglos era natural entender que la muerte era parte de la vida, pero también el querer permanecer en este mundo y ser recordado. Como se puede ver en distintos países y culturas, quienes tenían el poder y dinero para darse estos lujos, así lo hicieron y lo siguen haciendo.

Esas experiencias fueron el inicio de un viaje interior que sigo madurando. En el que estoy tratando de dejar de ver a la muerte como una amenaza, “lo innombrable” o ¡el fin! Para empezar a aceptar que es parte de la vida, buscar la manera de enriquecer las ideas del siglo XXI y la filosofía occidental que nos han enseñado a verla como una tragedia.
Quería resumir este tema en una o dos entradas pero la última semana, que he estado leyendo y recordando, me ha enseñado que apenas voy empezando.
Jajaja y que dices de los “mausoleos culichis”??? 😬🙈
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¡Jajaja! Pensé en ellos… jajajaja otra entrada nomás para ellos Jajajajaja. Pero en el fondo, yo creo que sirven para dos cosas: recordar a alguien poderoso y… dar hogar a quienes lo necesitan 😂😂😂 jajajaja
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